Milhoja de patata y pulpo

Al ser hoy domingo, no os haré esperar más para la receta. Nueva entrada con un manjar de matices distintos a los que había publicado antes en el blog, pero igualmente deliciosos.

Ingredientes (para 4 personas):

·         3 patatas medianas

·         300 gramos de pulpo cocido

·         Aceite de oliva

·         Pimentón

·         Sal gorda

·         Perejil

 El primer paso a realizar es, como casi siempre, limpiar a conciencia las patatas que vamos a utilizar. La piel de estas patatas no se debe retirar hasta que ya se encuentren cocidas. Las patatas se cocinarán en una cazuela utilizando un fuego medio-alto. Para saber cuando han adoptado el punto exacto de cocción, se debe introducir un palillo que, en el caso de que ya se haya alcanzado dicho punto, saldrá de forma limpia y sin ejercer presión alguna.

Una vez cocidas las patatas, deben dejarse enfriar para, a continuación, cortar la zona más ancha en láminas de aproximadamente medio centímetro de grosor. La  más ancha será utilizada como base de nuestra tapa. Es necesario utilizar una pizca de sal gorda en cada lámina de patata, para evitar que la tapa quede carente de sabor. El pulpo también debe cortarse en rodajas, pero mucho más finas que las de la patata. Con abundante pulpo se recubre la superficie de la base de forma que quede completamente tapada y el sabor del pulpo no se pierda en el exceso de patata. De nuevo, se coloca otra rodaja de patata, algo más pequeña que la de la base y se cubre otra vez con pulpo.

Este proceso puede repetirse todas las veces que se considere conveniente para hacer que la milhoja tenga tantas capas como uno guste, a pesar de ello, recomiendo sólo tres láminas de patata y dos de pulpo, para que la estructura sea estable y no se note un exceso de ningún ingrediente al paladar. Queda realmente vistoso utilizar en la última lámina de patata el extremo ovalado a modo de decoración (en el caso de la de la foto se trata de la tercera rodaja de patata).

Con la tapa ya montada, se vierte aceite de oliva en un bol y se mezcla con una cucharada y media de pimentón dulce. A continuación, se riega la tapa con la mezcla e incluso su puede verter por el emplatado como decoración. Con esta misma finalidad, se esparce también una pizca de perejil.

*Nota: Aquellos paladares que disfrutan con sabores más picantes, pueden utilizar pimentón picante en lugar de dulce para darle a la tapa el toque que más les gusta.