En Semana Santa, torrijas en Nunos

Desde el punto de vista gastronómico, las torrijas son uno de los platos más típicos de Semana Santa. Como todo el mundo sabe, o yo creo que sabe, lo que es una torrija; no perderé tiempo y espacio en el blog en describirla.

Con motivo de la finalización de esta Semana Santa de 2012 he querido tocar este tema y he pensado que no haber nada mejor que una  visita a la pastelería que ostenta el premio a las mejores Torrijas de la Comunidad de Madrid de 2011, es decir, a la pastelería Nunos.

Allí, fui recibido de forma extraordinaria por el maestro pastelero José Fernández-Ramos, dueño de la pastelería durante más de diez años, y que ostenta numerosos premios de lo más prestigiosos, que podéis ver en la página Web de la pastelería (http://www.nunos.es/es_ES/presentacion.php).







Todas las diferentes torrijas de Nunos

José contestó con amabilidad a todas mis preguntas sobre el tema e incluso aquellas refereridas a otros aspectos de su pastelería. Asimismo, insistió en regalarme una unidad de cada uno de los tipos de torrija que se elaboran en su establecimiento y, creedme, son muchos.

Paso ahora a contaros sin más demora lo que me contó el maestro pastero de Nunos. En esta pastelería se elabora de forma anual una colección de productos tradicionales, tanto torrijas como roscones o turrones, y respetando la tradición, pues siempre se elabora la receta original; se innova con ellos. En el caso de las torrijas, José afirma que todos los años elaboran las tradicionales, que son las bañadas en azúcar y canela y las rebozadas en miel; y otras innovadoras, que son elaboradas con una reducción de miel y vino, otras que llevan leche, otras (nuevas este año) con crema tostada y otras que, en lugar de ir rebozadas en huevo, van mojadas en una crema inglesa y hechas “a la plancha” con mantequilla.

La colección de torrijas de este año de la pastelería Nunos ha sido enfocada a las reuniones familiares de Semana Santa, presentando las torrijas en pequeños bocados, para conseguir que la sobremesa sea más divertida a través de sus diferentes sabores, colores y texturas. Estas torrijas no sólo se hacen de pan sino también de brioche, con bizcocho o, quizá las que más llaman la atención, hechas  con un “falso flan” de gelatinas de torrija de leche.

Las torrijas presentadas al concurso que antes he mencionado fueron las tradicionales ya que, citando textualmente a José Fernández-Ramos “Presentamos esto y nos echan del Concurso” (refiriéndose a la nueva colección de torrijas). Por lo que el maestro pastelero nos contó, el Concurso es anual y consiste en una degustación de torrijas de las mejores pastelerías de Madrid, elegidas previamente por una revista gastronómica y una emisora de radio, por parte de un público formado principalmente por artistas y críticos que eligen la que consideran que es la mejor torrija de la Comunidad de Madrid. Según José, uno de los factores de éxito de sus torrijas es la reducción al máximo de los niveles de grasas y azúcares de modo que, al degustar el producto, no resulta nada pesado al paladar.

Para el maestro pastelero de Nunos, la restauración se encuentra a años luz de la pastelería ya que los pasteleros de hoy en día no quieren innovar y, en su opinión, esto es lo que se necesita. Admite que al pastelero las tendencias innovadoras le asustan y se le disparan de precio, pero cree sinceramente en el paladar de los consumidores y en que sabrán diferenciar la calidad a pesar de que su precio sea mayor. José me ilustró esta teoría con chocolate y vainilla: Mientras que las pastelerías solo utilizan un tipo de cada producto, Nunos utiliza doce tipos de chocolate negro, cuatro de chocolate con leche, dos de chocolate blanco y tres tipos de vainilla. Además, cuentan con su propio chocolate, que también me dieron a probar, el “Gosson Noir” (para una descripción en profundidad de este producto, id a la página Web que he adjuntado antes).

Para despedirme, me gustaría añadir que las torrijas me han encantado aunque casi cojo un empacho de probar tantos tipos diferentes antes de publicar la entrada. Sólo me queda recomendaros que visitéis la pastelería al menos una vez para degustar estas y muchas otras delicias, que un capricho no hace daño a nadie.