Saquitos de crema de gambas

Primera entrada tras el parón de dos semanas. Una comida especial y deliciosa, de presentación distinta. Aquí la tenéis.

Ingredientes (para 4 personas):

• 1 paquete de hojas de masa filo

• 250 gramos de gambas

• 3 dientes de ajo

• 2 vasos y medio de caldo de pescado

•  2 cucharadas de harina

• 1 chorrito de vino blanco

•  Perejil

• Sal

•  Aceite de oliva

•  Pimienta

• 1 capa de puerro

Lo primero es poner dos cucharadas de aceite de oliva en una sartén. Cuando el aceite esté caliente, se pican los ajos y el perejil muy pequeño. Añadimos las gambas y movemos durante unos minutos. A continuación, se añade el vino blanco y se deja cocer hasta que se evapora.

En una taza con caldo de pescado frío, disolvemos harina e incorporamos el contenido de la taza a la sartén. Al mismo tiempo que se le da vueltas, se va añadiendo caldo hasta conseguir una crema consistente. En caso de que lo necesite, se le añade sal.

Mientras dejamos templar la crema, abrimos el paquete de hojas de masa filo. Es muy importante no abrir el paquete con anterioridad porque se seca con facilidad y se hace imposible trabajar con la masa. Es el momento de poner en un cazo tres vasos de aceite con un fuego muy fuerte. En relación a la masa, cortamos cuadrados poniendo dos hojas una encima de la otra, pues con una la masa sería demasiado fina como para sostener el relleno de esta receta. En medio del cuadrado, se pone una cucharada de la crema de gambas y se juntan las esquinas formando una especie de saco. Los extremos se fijan juntos atándolos con una fina tira cortada de la capa de puerro de aproximadamente medio centímetro. 

Con el aceite del cazo ya bien caliente, se introducen los sacos  hasta que se doran por todos los lados. En cuanto se vea esto, se retiran los sacos del aceite y se elimina el exceso de aceite colocándolos sobre un papel de cocina. 

En un vaso de batidora, ponemos 1 dedo de aceite y un buen manojo de perejil. Se baten bien hasta formar una salsa y se le añade una pizca de sal y pimienta al gusto.

Es el momento de montar el plato poniendo 1 o dos sacos, en función del tamaño de los mismos, y decoramos con el aceite de perejil.